sábado, 15 de octubre de 2011

Declaración por el Día Mundial de la Mujer Rural

La Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales, FLAMUR, en el espíritu mismo de la organización hace suyo los festejos y reconocimientos a la Mujer Rural, para convertir el 15 de Octubre, Dia Mundial de la Mujer Rural en un día diferente.

La idea de celebrar un Día de la Mujer Rural surgió durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, organizada por la ONU y celebrada en Pekín en 1995. Teniendo en cuenta su rol clave en la producción de alimentos y la seguridad alimentaria, por lo que se decidió fijar la fecha del Día de la Mujer Rural, el 15 de Octubre, un día antes del Día Mundial de la Alimentación.

Si las mujeres, por su propia condición humana, deben tener un justo y marcado reconocimiento, la mujer rural merece un día especial. Un día que resuma y premie ese esfuerzo cotidiano de esas mujeres, que además de todo lo que hacen como productoras, amas de casa, progenitoras del futuro, son eje fundamental de la familia y la sociedad.

El día de la mujer rural tiene su origen en la Conferencia de Beijing organizada en septiembre de 1995 por las Naciones Unidas, como resultado del planteamiento de diversas organizaciones no gubernamentales, como La Federación Internacional de Productores Agrícolas (IFAP), la Red de Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA), y la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (WWSF).

Según las Naciones Unidas, a nivel mundial, de más de 550 millones de pobres de zonas rurales, el 70% son mujeres y en América Latina y el Caribe las mujeres rurales son más de 86 millones, de las cuales el 50% viven en extrema pobreza.

Hay que mantener una sistemática campaña de creación de conciencia y difusión de información mundial para llamar la atención sobre la mujer rural –las trabajadoras invisibles del mundo- La recopilación de estadísticas específicas sobre género de los últimos años ha confirmado dos cosas: la mayoría de las personas pobres del mundo son mujeres, y ellas tienen la abrumadora responsabilidad de alimentar a hombres y niños hambrientos, y a sí mismas. Cultivan, cosechan y cazan o pescan los alimentos para la familia, llevan agua y leña a la casa, y preparan y cocinan los alimentos. Donde las personas rurales pobres tienen suficiente para comer, es en gran medida muy a menudo gracias al esfuerzo, aptitudes y conocimientos de las mujeres rurales.

Pese a esto, estas mujeres son las últimas que tienen acceso a los recursos, a la capacitación y a los préstamos financieros. En muchos países, las dificultades de las mujeres rurales están empeorando, producto de que los hombres jóvenes y en buenas condiciones físicas parten hacia las ciudades a buscar trabajo o emigran a otros países y las mujeres se quedan en sus localidades luchando por criar a sus hijos y hacerse cargo de sus fincas y de todas las labores agrícolas.

Luego de 16 años de promulgado el 15 de octubre como el Día Mundial de la Mujer Rural, tenemos que arribar a las siguientes interrogantes:

¿Los gobiernos de los diferentes países han desarrollado políticas de estado, que verdaderamente tengan en cuenta las peculiaridades de la mujer rural?

¿Las ONG,s han jugado su verdadero papel en la reivindicación de la sociedad civil rural?

¿Las comunidades integran sus esfuerzos por lograr de forma unida y coherente un mejor y sistemático trabajo en beneficio de la mujer. y principalmente de la Mujer Rural?

¿Las mujeres rurales tienen conciencia y conocimiento de que el mundo la premia con un día especial, o el 15 de octubre es un día más en sus azarosas vidas?

En este contexto, hay que llegar a la base, a las comunidades más desposeídas y marginadas, para mejorar la capacidad de producción y la sostenibilidad de la mujer rural mediante la educación, el entrenamiento, la capacitación y la tecnología apropiada y novedosa.

Diseñar políticas de urbanización rural, donde la mujer sea parte de los servicios y protagonista en sus beneficios, donde la vida en el campo no sea una vergüenza, atraso y miseria, sino sinónimo de libertad y bienestar. Con las mujeres incorporadas al servicio público y a la cadena productiva, aportando valor agregado a los productos y su comercialización, provistas de la mejor tecnología y técnicas de mercadeo.

Las políticas para con la mujer rural deben estar desprovistas de matices ideológicos, intereses de grupos: políticos, económicos o sociales que contravengan sus genuinos intereses, para evitar la manipulación, el clientelismo y el lucro, utilizando como pretexto su estado de pobreza, su situación económica y lo más degradante, su propia condición de mujer.

La Federación Latinoamérica de Mujeres Rurales este 15 octubre emprenderá una campaña sostenida de identificación y apoyo a las mujeres rurales de nuestra región, comenzando precisamente por nuestra propia comunidad.

sábado, 8 de octubre de 2011

Tres mujeres ganadoras del premio Nobel de la Paz


Cuando anunció los premios el pasado viernes, el Comité Nobel Noruego resumió en una frase tantas oportunidades perdidas: “No se podrá conseguir la democracia y una paz perdurable en el mundo si las mujeres no obtienen las mismas oportunidades que los hombres a la hora de influir en el desarrollo a todos los niveles de la sociedad”.

Tres pedazo de mujeres y un Nobel

Ellen Johnson-Sirleaf entró en la historia africana en 2006 por convertirse en la primera mujer dirigente de un país, también es conocida por su contribución a poner fin al conflicto armado


en Liberia, que desangró el país en 14 años de guerra civil. Su combate contra la corrupción y las reformas en el país le valieron el sobrenombre de la Dama de hierro.

Leymah Gbowee, también de Liberia, lideró un movimiento pacifista integrado por mujeres de diferentes etnias y religiones que consiguió el perseguido sueño de terminar con la guerra civil en el país. Entre otros, promovió con éxito la famosa huelga de sexo entre las mujeres para que los combatientes dejaran las armas. En 2006 fundó la Women Peace and Security Network Africa.

Tawakkul Karman fundó la Asociación Mujeres Periodistas Sin Cadenas en 2006 y ha sido una destacada defensora de los derechos humanos y la libertad de expresión en los últimos cinco años. Se la conoce por haber acampado en Al Taguir y por dirigir protestas habituales exigiendo la liberación de los presos políticos de Yemen, y también múltiples manifestaciones contra el régimen de Saleh.

¿Por qué un tercio a cada una?

¿Podríamos decir que cada una de las tres mujeres premiadas merece su propio Nobel, como la mayoría de los hombres anteriormente premiados? Carme Magallán, directora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz, afirma: “me parece bien que quieran recuperar terreno perdido y que otorguen los premios a mujeres de tres en tres, pero que eso no signifique que tres mujeres son igual a un hombre”.

Carme Magallán también ha mostrado su alegría y satisfacción por el el reconocimiento al trabajo de las mujeres por la paz, la búsqueda de formas de lucha pacíficas contra el conflicto y a favor de la reconciliación, un trabajo que desarrollan desde hace mucho tiempo en todo el mundo. Y además, en el caso de la yemení Karman, por la defensa del concepto de paz no sólo como ausencia de guerra, sino también como la construcción de una sociedad más justa, libre y democrática.

Y según el presidente del Insitut Català Internacional per la Pau, Rafael Grasa, “había que hacer oír las voces de las mujeres ya que han sido demasiado olvidadas en la historia de los Nobel”.

Y es que hasta ahora sólo 12 mujeres habían recibido el galardón desde su creación, en 1901. De hecho, 7 años hemos tenido que esperar a que el Comité Nobel volviera a valorar la labor de la mujeres en la construcción por la Paz, la última fue en 2007, Wangari Maathai, fallecida hace unos días.

Y 1325 historias más

La primera Nobel de la Paz fue, en 1905, Bertha von Suttner, una de las más destacadas figuras del movimiento pacifista internacional, cuya ideología difundió por toda Europa en los convulsos años del inicio del siglo XX.

En 1915, en el marco de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF, siglas en inglés), las activistas reafirmaron el vínculo que existía entre el movimiento feminista y el pacifista. Antes y después de este encuentro,* han sido centenares las historias de mujeres en busca de la paz*, de hecho, en la marcha de la sal promovida por Ghandi, al menos un 70% de las participantes eran mujeres.

Algunos ejemplos los encontramos en las mujeres de Negro de Israel y Palestina, la Mujeres por la Paz de Irlanda del Norte, el Women’s Lobby de Zagreb y las Mujeres de Negro de Belgrado, la Ruta Pacífica de Mujeres y la Organización Femenina Popular de Colombia, o las Abuelas de la Plaza de Mayo de Argentina, o más recientemente la comunidad de mujeres activistas online y offline de la Primavera Árabe. ¿Podría haber un Nobel para cada una de estas historias? Quizás. Nos enterneció la historia de Irena Sendler, que ha corrido estos días por las redes sociales, nominada al Premio Nobel en 2007 y fallecida también esta semana.

Seguro que todas ellas y muchísimas más se recogerían en 1325 mujeres tejiendo la paz, una publicación que recoge las semblanzas de las mujeres que han contribuido a la construcción de la paz. Su nombre hace alusión a la Resolución 1325 de la ONU, aprobada el año 2.000, para que las mujeres sean tenidas en cuenta en los procesos de la construcción de la paz en todo el mundo y para que las violaciones se consideren crimenes de guerra.

Precisamente este mismo año 2011 en Madrid se ha constituido la sección española de la red internacionalWILPF. Con la denominación de WILPF España, un grupo de mujeres de diferentes ámbitos profesionales han tomado esta iniciativa con el objetivo de dar a conocer, participar y apoyar el trabajo de las mujeres por la paz y el desarme en el mundo.



viernes, 7 de octubre de 2011

PARTICIPAMOS EN BAZAR








LA ASOCIACIÓN SE HIZO PRESENTE CON LOS PRODUCTOS ELABORADOS POR LAS MANOS DE MUJERES EN TALLERES QUE OFRECEMOS.
EL EVENTO FUE ORGANIZADO POR EL PROGRAMA DE LA ALCALDÍA, POR UNA VIDA MAS DIGNA.